Los 7 pecados capitales de la navidad 2020
La piñata es uno de los símbolos mexicanos más emblemáticos, pese a que originalmente son de China, en donde eran utilizadas para celebrar el año nuevo. La tradición de la piñata fue tomada por Marco Polo y llevada a Italia y España. Con la colonización, comenzaron a utilizar la piñata como una herramienta para atraer y convertir a los indígenas al catolicismo. La piñata originalmente tenía la forma de una estrella de 7 picos, que representaban los 7 pecados capitales. A continuación, reflexionamos acerca de los pecados capitales de esta navidad 2020.
Soberbia.
«Ni de chiste me voy a contagiar»
«A mí no me va a dar COVID-19»
No somos invencibles. El virus no hace distinciones.
Celebra solo con quienes compartes casa. No te expongas ni pongas a los demás en riesgo.
Ira.
Puede ser complicado convivir con nuestros familiares, más después de tanto tiempo de encierro. No te dejes llevar por impulsos momentáneos, es bueno aprender a llevar la fiesta en paz.
Avaricia.
¿Eres beneficiado por el patriarcado? ¿Te da codo gastar tu energía pensando en regalos y elegirás lo primero que veas en la sección de juguetes de niñas en Amazon?
No contribuyas a educar a el futuro de este país en la desigualdad.
Evita comprar “juguetes” que reproduzcan los roles de género. Las niñas no necesitan planchas ni escobas de juguete; no acumules riquezas que no necesitas, menos con una economía tan endeble como la que propicia el capitalismo.
Envidia.
Pareciera que las reuniones familiares solo son excusas para que se desate el chisme (sí, aun si es por zoom)
Evita comentar sobre el aspecto físico de nadie.
«Estamos en una pandemia tía, probablemente si subí de peso. Tú también.
Y no, no tengo novio.»
Lujuria.
Dicen por ahí que en cada familia hay un tío machito, o un ojo suelto, o uno que hace chistes misóginos que incomodan.
No tengas miedo a alzar la voz si algo te incomoda a ti o a alguien más. Atrévete a ponerle un alto al machismo.
Ah, y la próxima vez, intenta no mirar tanto PornHub.
Gula.
¿Para cuántos recalentados alcanza esa comida? Nos encanta cocinar de más. Recuerda desperdiciar lo menos posible, y si ya de plano es demasiada, siempre habrá personas que agradecerán que les compartas un poco de lo que a ti nunca te ha faltado.
Pereza.
¿No les ha tocado ver a todas las señoras cocinando y preparando todo para los hombres que, si acaso, se paran a servirse un poco más?
Procura repartir las responsabilidades de los preparativos equitativamente entre toda la familia. Sí, incluyendo la recogida del día siguiente.
Artículos recientes
Cárcel en guerra
¿Por qué votar en 2021?
Género y poder: ficción contemporánea
Capital e Ideología: salidas colectivas desde el Sur
¿Es posible morir de tristeza?: la complejidad de la empatía humana en «las ruinas de la memoria»